Tras casi 30 años miramos hacia atrás. Ni por asomo se nos ocurrió imaginar que hoy estaríamos aquí. Lo hemos conseguido: ser una referencia, uno de los principales despachos de nuestra especialidad a nivel nacional. No ha sido una meta, el objetivo no era ese, simplemente nos pusimos a trabajar e intentar hacer las cosas bien. Ya hace tiempo que hemos aprendido que el cliente quiere que lo escuchen, que una buena y continua formación de nuestros abogados es el camino. La meta: conseguirle el mejor resultado posible. Ya hemos aprendido que hay que informarle antes de que él nos lo requiera.

Hace muchos años un cliente nos hizo un comentario que nos definía y nos define, “aquí no trabajan abogados, aquí trabajan gladiadores”. Creo que ello resume perfectamente nuestra filosofía. Hoy, después de varios lustros, hemos aprendido que el análisis profundo, el entrenamiento, la entrega, la lucha y hasta el sudor forman parte de esta profesión.

Un consejo: no crea todo lo que lea, acérquese o, simplemente, pregunte a cualquiera de nuestros clientes, no le será difícil encontrar a alguno.